Fisioterapia para fascitis plantar

Para atender mejor esta patología es necesario hablar acerca del tejido afectado. La fascia plantar es una placa de tejido tendinoso bastante firme que se ubica en la planta del pie. La zona posterior se une al calcáneo, el hueso del talón, y por la parte delantera conecta con los dedos de los pies.

Al caminar, la fascia plantar se pone bajo tensión asegurando la transmisión de carga y fuerza delantera hasta el talón. La función del tejido es absorber las cargas axiles del cuerpo, estabilizar y levantar el arco plantar, brindándole así al pie la estabilidad y el soporte que se necesita para conseguir una marcha equilibrada y funcional.

Por el termino fascitis (itis: inflamación) se puede suponer que se trata de la inflamación de la fascia, sin embargo, dicha patología se caracteriza por la ausencia de células inflamatorias.

Con esta aclaración, podemos decir que la fascitis plantar es una lesión por uso excesivo, siendo el resultado de una irritación degenerativa en el origen de la fascia plantar en la tuberiosidad del calcáneo, así como de sus estructuras perifasciales continuas.

Dependiendo del paciente, los factores que conllevan a dicha irritación y degeneración varían, pero normalmente suele ocurrir durante actividades deportivas de alto impacto, como saltar o correr.

Aunque no solo este grupo de personas tienen tendencia a la fascitis plantar, las personas con sobrepeso y que aquellas que utilizan zapatos con soporte inadecuado tienen mayor riesgo de padecer esta dolencia.

De manera usual, la fascia plantar actúa como una cuerda que absorbe los golpes y sostiene el arco del pie. La irritación e inflamación de la fascia habitualmente se produce como consecuencia del estrés constante irregular o independiente en los pies.

Si el estrés y tensión de la fascia plantar incrementa, pueden surgir pequeños desgarros en la fascia. Además, los estiramientos y desgarros reiterativos hacen que dicha cuerda de arco se irrite e inflame mucho más.

Estar de pie o realizar largas caminatas, así como correr sobre un terreno irregular, puede provocar dicha sobrecarga. Los corredores de larga distancia y atletas de salto son especialmente propensos a desarrollar esta lesión. Además, como ya hemos comentado el sedentarismo y la obesidad son los factores de riesgo más frecuentes, aunque existen muchos más.

• Alteraciones en la pisada: supinación o pronación excesiva.
• Deformidad en los pies: pie plano y pie cavo.
• Diferencia en la longitud de las piernas.
• Desbalances musculares: tendón de Aquiles acortado, acortamiento o debilidad de músculos como: sóleo. Gastrocnemio u otros músculos de la zona posterior de la pierna.
• Sobrepeso u obesidad
• Uso de calzado inadecuado.
• Envejecimiento
• Actividades laborales que requieren estar de pie durante un periodo largo de tiempo y soportar peso.
• Aunque son causas menos frecuentes, existen casos relacionados con determinadas enfermedades reumáticas o crónicas: artritis reumática, enfermedades de tiroides, psoriasis, gota…

Los tratamientos médicos o farmacéuticos, como calmantes o analgésicos suelen ser una solución a corto plazo, pero la fisioterapia para la fascitis plantar ofrece ventajas mucho más duraderas en el tiempo.

Antes de comenzar con el tratamiento para la fascitis plantar en nuestra clínica de Madrid, los especialistas de IMFIS realizarán un estudio para dar con el diagnóstico concreto según la dolencia y síntomas de cada paciente. Tras esto, seleccionaremos el tratamiento más eficaz para la patología.

El fortalecimiento, estiramientos y el movimiento guiado desde la fisioterapia obtienen grandes resultados para acabar con el dolor de esta afección. No existe un tratamiento específico, ya que existen factores, como las características del paciente y las causas de la dolencia, que influyen a la hora de elegir la técnica para tratar la fascitis plantar.

En general, los ejercicios de estiramiento enfocados al músculo de la pantorrilla son la medida más utilizada en la mayoría de los casos, ya que dicha musculatura suele estar contraída y hace que aumente la tensión en la fascia plantar. El fisioterapeuta puede realizar otras intervenciones:

• Educación postural y utilización de calzado correcto.
• Crioterapia o uso de hielo en fases agudas y la termoterapia o uso del calor en etapas más crónicas.
• Movilización y manipulación de articulaciones
• Kinesiotaping o vendaje neuromuscular.
• Ultrasonido terapéutico.
• Relajación miofascial de la musculatura de la pantorrilla.
• Terapia con ondas de choque.
• Terapia en el agua.
• Estiramientos de los dedos del pie, tendón de Aquiles y pantorrilla.
• Ejercicios para fortalecer la musculatura del pie

Como especialistas en fisioterapia deportiva en Madrid, nuestro objetivo es reducir el dolor de la fascia plantar, inflamación, mantenimiento y estimulación muscular a través de todos estos tratamientos.

En nuestra clínica IMFIS de Madrid, sostenemos que para garantizar una rehabilitación eficaz es necesario valorar los distintos aspectos que pueden causar la fasciti plantar, no solo de musculatura, también emocional o visceral.

Las diferentes técnicas y herramientas que utilizamos en nuestra clínica de fisioterapia en Madrid, no solo se orientan a ser un analgésico del dolor, sino también conseguir la solución a las causas de la fascitis plantar de cada paciente.

Nuestros expertos estudiarán cada caso para elegir el tratamiento que mejor se adapte a cada paciente, por lo que deberán tener en cuenta las causas, las características de la persona y el objetivo que los fisioterapeutas y pacientes quieren cumplir.

¿Quieres eliminar el dolor en el talón para siempre? En IMFIS contamos con un equipo de especialistas para tratar tu patología de forma personalizada en todo momento.

La fascitis plantar y los espolones calcáneos son dolencias totalmente diferentes, pero a la vez conectadas. Ambas generan un dolor crónico o intermitente en el pie y talón.

La principal diferencia entre la fascitis plantar y los espolones calcáneos es su fuente del dolor. El dolor de la fascitis plantar se refleja principalmente en el talón y el arco plantar, como consecuencia el sobreuso de la fascia plantar.

Por otro lado, los espolones calcáneos son depósitos de calcio en el hueso del talón y que se han desarrollado como una respuesta a la irritación en la fascia plantar, localizándose el dolor solamente en el talón.